sábado, 19 de febrero de 2011

Una historia de amor

Una historia de amor

de Juan Pablo Servín, el Lunes, 14 de febrero de 2011 a las 11:25
Despertó con la sensación amarga de la decepción, habia planeado una romántica noche, una noche de clisé, pero Héctor llego huraño, distante, le pregunto que pasó y el contestó unas palabras apenas sobre que su jefe lo habia llamado y le dijo que viajarían temprano, en fin significaba que la velada debía concluir a tempranas horas y otras cosas. Igual trataron de pasarla bien, Héctor llevó el esperado regalo y una rosa comprada en cualquier esquina con una tarjeta impersonal y un TE AMO impreso en la cartulina verde cortada con bordecitos en zigzag.Desde que estaban juntos hacían casi cuatro años, acostumbraban esperar el 14 de febrero y lo festejaban a las 00 horas y obviamente después, pero veía que esa noche no sería como la imagino.  La velada terminó sin sobresaltos pero también  sin la emoción que ella esperaba, besos y  caricias en el departamento de Héctor, hicieron el amor casi mecanicamente y salió sin apenas despedirse pues Héctor había quedado dormido,  no pudo evitar cuestionarse si aquello que tenía con Héctor era verdadero amor, durmió en medio de sus cavilaciones.
Abrió los ojos, parpadeó un par de veces, respiró hondo y de un salto su joven y esbelto cuerpo estaba casi en el baño. Entró y se miro analíticamente como gustaba hacerlo. Era bonita sin ser extraordinariamente bella, una sonrisa amplia, forzada primero pero espontánea y gozosa al instante, iluminó su rostro. Cumplió el ritual de higiene y vestimenta sin muchos trámites y bajo las escaleras.
En la sala vio a su abuela Ita sentada en el sillon de siempre, bajo la amplia galería, que se veia completa a traves del blindex, la observó callada.  La anciana vestía  uno de sus vestidos de paseo, el blanco cabello, fino y sedoso recogido primorosamente en un rodete. Sus manos gastadas y deformadas levemente por el tiempo hojeaban con ternura y lentitud un album de fotos. Se detenía  en cada una de ellas, algunas veces más  tiempo que otras, su rostro surcado de finas arrugas, limpio y claro, permitía ver sus ojos que se iluminaban con los sentimientos que ese mágico momento recreaban en su alma. Sonreían a veces y otras con un toque de tristeza y nostalgia miraban subyugados aquellas amarillentas y viejas imágenes.
Abrió las puertas y la abuela levanto los ojos -Violeta querida te levantaste temprano- le dijo
Ella le besó la frente y dijo: si Ita debo ir a la facultad un flash y luego  a casa de una compañera.
La anciana sonrió divertida, le parecía simpática la forma que los jóvenes se expresaban. Sacudió la cabeza como queriendo volver al instante previo y siguió mirando las fotos. Violeta entretanto sirvió un vaso de jugo y después de pensarlo unos instantes vertió en otro recipiente leche espumante, con un poco de miel como le gustaba a su abuela. Sabía que su abuela adoraba hablar y era difícil interrumpirla, su verba, que no se había deteriorado para nada con el tiempo era realmente maravillosa y como fué,  en sus años productivos, una renombrada profesora de cátedras humanistas, mantenía un toque de filosofía casi teatral cuando hablaba siempre y cuando no fuese uno de esos dias que se quejaba de dolores reales o imaginarios y que podía convertirse en un fastidio. Como parecía que aquel era uno de sus días buenos decidió arriesgarse y sentarse con ella un rato a pesar que podía  acabar retrasandose  mucho. En un instante y sonriente concluyó que necesitaba ese minuto de hogar, ese momento tantas veces vivído y que le transmitia la seguridad de ser parte de algo y de alguien.
Acercó una silla y coloco la bandejita en la mesa de lado. Que haces abuela ? preguntó.
Festejando el dia del amor - sentenció la anciana entornando los ojos.
Violeta suspiró profundamente y le dijo: Aay abuela, el amor! ni siquiera sé si existe- Lo hizo sabiendo que sería un acicate para la vieja mujer.
La anciana cruzo las manos sobre el album y la miró largamente.
Recuerdas a tu abuelo hija? preguntó y sin esperar respuesta continuó: Vivímos tantas cosas juntos, era un ser humano, como todos, como cualquiera,como tantos otros. Pero cuando lo conocí, cuando apretó mis manos por primera vez, supe que era él.
Bebió un sorbo de leche - Tantos recuerdos, tantas horas compartidas aún en su ausencia, momentos de alegria, de pasión, de calma y miles otros de llantos, rabia, tristeza y dolores.
Violeta rió de buena gana y le dijo: Ay Ita! recuerdo muy bien como el abuelo se quejaba de tus plagueos, de tus amigas santurronas, de que no lo dejabas ver futbol a todo volumen o los noticieros y que, sin embargo, tu ponías al máximo la radio para oir la misa de las 6 de la mañana o escuchar el rosario de la tarde.
Y tu- prosiguió la nieta en tono de falso reproche- lo veo como si fuera ayer, decias  y remedando el tono de la anciana en son de cantilena : "Ay este viejo lleno de mañas, asiste todos los noticieros en la Tele y luego se pasa horas leyendo el diario, como si pudiera cambiar el mundo desde su silla", ambas mujeres rieron de buena gana.  Y como  lo sermoneabas cuando daba plata a Julio y le decias que despues lo olvidaría y que te acusaría de haber tocado su dinero- remató Violeta-  casi ensimismada en sus propios recuerdos.
Hija, hija! -cuan lejos estás de entender que eso era apenas una escena, un  acto de demostración de lo mucho que él significaba en mi vida y de lo importante que era yo en la suya. Era un reconocimiento de que, más allá de la polilla y el cupi,i que todo lo destruyen, teniamos una historia escrita juntos con pequeñas escenas y sobreentendidos,  un espacio nuestro, un sentimiento compartido y esos plagueos y quejas eran una declaración de ese compartir eterno, intemporal, construido con risas y tristeza, amasado en sudor, lagrimas, cansancio y angustia,pero tambien con cariño, solidaridad y compañerismo, ese "algo" sólidamente edificado por el único cemento indestrucitble que es el amor, era el verdadero "hogar",  era tan nuestro, tan nosotros y al mismo tiempo cada uno conservaba su espacio, en forma de manías, ritos, rutinas en fin, sentimientos y deseos individuales que nos hacían dos seres unidos, juntos,caminando uno al lado del otro, enlazadas nuestras vidas en un único universo,  pero cada uno con su escencia, escencia  que a nuestro modo, con nuestras normas, respetabamos y valorabamos. El amor no tiene reglas ni recetas milagrosas querida mía!
Es algo que se descubre y se atesora cada minuto. es casi una entidad divina, con vida propia, que cuando lo permiten tu y la gente que amas, se queda a lado de uno para compartirlo con esos tus seres amados a cada instante, en cada acto.
- Yo sé que estoy enamorada de Héctor, pero no estoy segura que será ese amor eterno de las novelas Ita! exclamó casi desesperada Violeta.
Ita la miro con amor y como solo ella lo sabía hacer, escrutando su alma a traves de sus ojos y pronunció un largo soliloquio:
Enamorada hija! el enamoramiento es un momento, un divino sorbo de fuego y mitigante agua fresca al mismo tiempo, como solo los dioses acostumbran. Es montar un caballo salvaje y desbocado. Es una noche de tormenta con hipnotizantes relampagos y rayos desgarrando la cortina de la obscuridad. Es beber una miel tan dulce que empalaga, pero al mismo tiempo da sed y ganas de beber más y más. Es observar las olas del mar embravecido y asistir subyugado al torrente que, como látigo, golpea las costas y regresa una y mil veces. Es un momento glorioso de entrega total y absoluta que enajena y no puede detenerse o disminuir siquiera su vertiginosa carrera. No podemos ni queremos hacerlo.
Pero es imposible remontar un barrilete en medio de la tormenta, o tomar un baño apacible de mar en medio de las olas enloquecidas o siquiera paladear la miel y el néctar que se nos ofrece generoso.  Y, si no sabemos que hacer,pasa tan rápido que despues, más temprano que tarde, estamos recogiendo los restos del naufragio y levantando lo que quedó al pasar el tornado. Puede llevarse todo, dejándote vacía y sola como una cáscara. Y no entiendes que falló o que pasó. Simplemente se ha ido.
En cambio el amor, mi pequeña !Ah el amoor!  Es un ejercicio de la voluntad, es poner tus fuerzas, tus ganas y todo lo que tienes en el alma en el acto de decidir amar a alguien. Ustedes hoy creen que es dificil reponerse a una ruptura, no mi hijaa! Lo dificil es encontrar cada día un ingrediente más, un nuevo componente  a ese sentimiento construído, es recordar las cosas buenas, los momentos románticos, las caricias, el abrazo, los te quieros cada mañana cuando amaneces y miras el envoltorio de carne y hueso de la persona que elegiste amar. Igual que tu propio cuerpo se fue arrugando con el tiempo y debes descubrir y matener la emoción de lo nuevo cada día, no solo desde el punto de vista del amor físico, que es tan importante, pero que hoy parece ser lo único importante.
Es entender que el amor está en cada situación compartida, en las angustias de fin de mes que hay que pagar las cuentas, en las ausencias fisicas o espirituales que sobrevienen cada tanto y que debes enfrentar con tus recuerdos y tus convicciones de amor.
Despues de haber vivido estos largos 84 años, de haber pasado junto a mi querido Antonio tantos años y de haberme acostumbrado a su ausencia, sé que el amor es un sentimiento divino, universal, eterno e infinito que se nos obsequia para vivirlo en una experiencia terrenal. Se nos invita a  hacerlo carne y hueso.
Como no amar cada momento del amor ?, si sé que en cada uno de mis hijos, en cada uno de mis nietos y nietas está una partícula viviente de ese amor cultivado a lo largo de tantos años. Y aunque decidas  no convertir ese amor en hijos, como oí que dijiste alguna vez, porque no te ves como madre, aún así el amor que construyas con la persona elegida, la persona que decidas amar, se reflejará en cada emprendimiento compartido, en cada flor en cada fruto sembrado y recogido juntos. Como en una sinfonía, ningún instrumento es más importante que otro, pero solo sonando juntos pueden componer las más bellas melodías!
Recuerda además - prosiguió Ita con su soliloquio- que el amor más cantado y  declamado, el amor de pareja, es solo una faceta, una visión de ese inmensa divinidad que es el amor, pero que se presenta de mil formas distintas, maravillosas, el amor infinito por la vida, el amor propio, ese que necesariamente debes sentir por cada fibra de tu ser, por cada vibración de tu alma si quieres tener la dicha de dar amor, el amor de los padres, de los hijos, de hermanos. El amor que nace en la comunión de los seres que comparten historias y recuerdos que resuenan en sus almas y los hacen amigos, hermanos, compañeros.
Y por último, ni yo ni nadie, aún los mas sabios e inteligentes y leídos hombres y mujeres del planeta sabemos que sucede después de ésta vida, pero estoy segura de que el amor trasciende pues tengo certeza absoluta que en el último momento, en el último estremecimiento de mi cuerpo abandonado por la vida, recordaré lo mucho que me han amado, pero sobre todo el mucho e inmenso amor que me han permitido entregar a cada persona con que fui bendecida en mi vida, a cada decisión tomada, a cada camino transitado, a cada flor que me obsequio sus colores y perfumes. En el último momento recordaré al AMOR, sin nombres ni etiquetas, a ese sentimiento que me permite abrir los ojos cada mañana y decir Gracias!! porque soy capaz de seguir amando.
La joven oía extasiada y con los ojos llenos de lágrimas se acerco a la frágil anciana y apenas pudo balbucear un GRACIAS ABUELA, llena de emoción.
La anciana desgranó una carcajada limpia y sonora y dijo: bueno basta de filosofía, creo que fueron los Dioses del amor los que pusieron tantas palabras en mi boca. Ea! muevete que llegarás tarde mi niña y no hagas caso a mis desvaríos de vieja.
La joven se despidió y salió.
La anciana permaneció mirando las fotos largo rato, a veces dormitando y otras francamente dormida sosteniendo el album de su vida en el regazo y de pronto oyó que sonaba el timbre y la empleada abría la puerta.
Un instante despues depositaba en manos de la sorprendida Ita un ramo de rosas blancas (sus preferidas) abrió un sobre enorme y en una hoja de cuaderno ,arrancada al descuido, leyó, escrito con letras enormes y con infinidad de marcadores de colores:TE AMO ABUELA, HOY COMO TANTAS VECES TE HAS CALZADO LAS ALAS DE UN ANGEL PARA ENSEÑARME LO QUE ES EL AMOR! GRACIAS! VIOLETA
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    • Juan Pablo Servín En el día del amor! Si bien creo que es más una fecha concumista y marquertinera me uno a todos los seres que amo y me brindan su amor. A los que pasaron y se fueron, a los que se quedaron un tiempo y a aquellos que se afincaron para siempre en mi alma y hoy forman parte de mi. Para vos amor mío que acompañas mis sueños y mis pesadillas (que los tengo y los enfrentas a mi lado con infinita paciencia)
      14 de febrero a las 11:29 · · 5 personas
    • Juan Pablo Servín Salud al amor de pareja, al amor de mi madre y mi gente, al amor filial que me obsequian mis hijos maravillosos, al amor fraternal que comparto con mi hermano y su familia adorada y con mis hermanos y hermanas de la vida en ese excepcional círculo álmico que acompaña mi paso por la tierra. Gracias a todos por tanto amor!
      14 de febrero a las 11:31 · · 7 personas
    • Miguel Angel Velazquez Blanco Salute mi querido hermano y amigo!!!
      14 de febrero a las 11:40 ·
    • Eliza Loureiro Eu sei que seu corazón é de boa qualidade, corazón de compartir amor em todos sentidos, valorisas o Amor Romantico (Que já esta ultrapssado) eu sei mas sabes que o verdadeiro Amor é por tudo quanto há. Só vc e Rumi (poeta Persa) sabe falar e sentir e vislumbrar esse Amor, e eu digo o AMOR é DIVINO ë Deus que ama atravéz de Nós. Te amo e continues assim, o Amor que tens é Divinooooo
      14 de febrero a las 12:45 · · 1 persona
    • Marilut Lluis O'Hara Espectacular Juan Pablo. Me emocionaste!
      14 de febrero a las 12:53 ·
    • Eliza Loureiro Que déra todas as abuelas do planeta fossem tão sabia quanto ela...
      A nossa peleja hoje seria mais branda e aprenderiamos amando...
      14 de febrero a las 13:06 ·
    • Any Giucich mis abuelos estuvieron casados mas de 64 años...era verdadero amor.
      14 de febrero a las 14:55 · · 1 persona
    • Fredy Génez Realmente muy lindo el relato Juanpa, la Sinergia del amor explicada a través de los ojos de la experiencia. Aplaudo tu talento y agradezco que lo compartas con el mundo. Abrazos gigantes que se suman a tu mundo de amor.
      14 de febrero a las 14:55 ·
    • Juan Pablo Servín Gracias a todos Mime mi hermanito, Eliza maestra, amiga, irmá. Marillut una pluma de fuste, Any un alma sensible y Fredy un amigo entrañable. Todos parte de mi universo propio tan amado. Gracias!
      14 de febrero a las 14:58 ·
    • Osvaldo Camperchioli
      Gracias Juan Pablo por compartir conmigo ese ma ra vi llo so estado del ser que es EL AMOR INCONDICIOMAL,PLENO Y ETERNO.Estamos comenzando a recordar que es nuestor estado natural y armonico.GRACIAS,GRACIAS,GRACIAS.
      PS.Si me permitis me tomo...Ver más
      14 de febrero a las 15:30 ·
    • Sandra Costacurta
      Quien mas que vos para hacerme dar cuenta de cosas tan lindas vividas y de haber tenido el privilegio de conocer una persona con un corazón tan maravilloso. No te imaginas lo quanto te quiero, no sos un primo político, sos un ser extraordin...Ver más
      14 de febrero a las 15:30 ·
    • Juan Pablo Servín Osvaldo y Sandra, vustras palabras me conmovieron hasta las lagrimas, bah! soy un llorón eso todos lo saben. Pero creanme que en los momentos más duros de mi vida, en esos instantes negros que tuve la suerte de vivir lo unico verdadero, lo unico real, lo unico que me permitio renacer fue el AMOR
      14 de febrero a las 15:32 · · 1 persona
    • Juan Pablo Servín Mis afectos, los que estuvieron ahi en carne y hueso, los que estuvieron desde mis recuerdos, desde cada célula de mi ser, en cada neurona, en cada miofibrilla cardiaca. Solo la capacidad de dar y recibir amor, de conocer que en los lugares más sordidos y excecrables el AMOR, con mayúsculas, crece majestuoso, pleno, lleno de luz. Gracias por eso, por tanto AMOR y por permitirme expandir ese sentimiento hacia ustedes!
      14 de febrero a las 15:35 ·
    • Sandra Costacurta É que você é um AMOR de pessoa!! Beijosssss e já sabe quando eu ficar rica (tomara que seja logo) vou te buscar.jajjaa Beijos
      14 de febrero a las 15:36 ·
    • Juan Pablo Servín Fico aca esperando e torcendo minha querida. Voce tambem e un doce e venho a adocicar com a seu sorriso e seu jeito maravilhoso a nossas vidas!
      14 de febrero a las 15:38 ·
    • Sonia Servin Lo siento,perdoname,gracias,TE AMO!!!!
      14 de febrero a las 15:43 ·
    • May Giardina emocionate !hermoso
      14 de febrero a las 16:11 ·
    • Edith Plaz que hermosa descripcion del verdadero AMOR, del amor que dura y perdura, más alla del tiempo, más alla de la distancia, me emocioné al leer esta historia de AMOR, gracias por compartirla amigo!
      14 de febrero a las 16:13 ·
    • Irmina Toledo
      ‎"el amoor! Es un ejercicio de la voluntad, es poner tus fuerzas, tus ganas y todo lo que tienes en el alma en el acto de decidir amar a alguien."
      Que hermoso, querido Juampa!
      Reflejaste en tus palabras exactamente lo que pienso, lo que sien...Ver más
      14 de febrero a las 16:58 · · 2 personas
    • Juan Pablo Servín
      Asimismo mi querida Irmina! Otra vez me pones al borde de las lágrimas porque nuestras almas congeniaron tanto desde el primer dia. Como no creer en el amor todos los dias si fuiste un angel que se preocupo y se ocupo de hacerme saber cuant...Ver más
      14 de febrero a las 17:39 · · 3 personas
    • Patricia Villasboa hermoso de verdad juanpa ,te adoro
      14 de febrero a las 19:45 ·
    • Patricia Villasboa sos un loco ,yo me hago botox para verme joven y vos me haces llorar y se me hacen arruguitas jajaja te quieroooooooooooooooo cooooooooooooooo
      14 de febrero a las 19:48 ·
    • Deidamia Franco Hermoso!!!!! gracias por recordarme que soy capaz de amar
      14 de febrero a las 21:29 ·
    • Natalia Salgueiro Sencillamente espectacular...hasta las lagrimas.
      15 de febrero a las 8:05 ·
    • Myriam Aguilar Como siempre... las palabras exactas, en el momento justo!!! Te quiero muchísimo amigazo!!!! y te deseo LO MEJOR DEL MUNDO....
      El miércoles a las 15:20 ·
    • Juan Pablo Servín Mi querida Myriam! Yo a ti! ni lo dudes! Lee mis otros escritos a ver que te parecen en mis notas! :)

Lo que me salvó la vida

Lo que me salvó la vida!

de Juan Pablo Servín, el sábado, 19 de febrero de 2011 a las 20:52
El hombre se movía lentamente, como si siguiera enclaustrado entre las cuatro paredes de la celda diminuta donde pasó tres décadas. Me observo detenidamente y sonrió con una sonrisa amplia, cálida, honesta.
Buen día doctor, me dijo y extendió una mano  generosa, se la apreté con la mía y se quedo sacudiendo un rato mientras me seguía analizando.
-Jaguapyna, (sentémonos) me dijo - como en un exabrupto y soltó de golpe mi mano. Dejó caer su humanidad en la silla que tenía enfrente a la mía, me senté a mi vez y nos separaba apenas una mesilla de mediana altura con una jarra de vidrio con agua y dos vasos.
Le expliqué nuevamente, como ya lo había hecho a su hija, que formaba parte de una organización que trabaja para los derechos humanos y que mi función específica en aquel momento era enterarme de su situación en general, de su situación médica en particular y de cualquier cosa en la que pudiéramos ayudarlo, tanto como organización como personalmente.
Pocas veces en la vida podía uno estar frente a un ser humano que ostentaba el triste titulo de haber sido el preso político más antiguo de un régimen oprobioso. Me emocionaba pensar que había oído de él desde mi infancia y ahora lo tenía enfrente de téte a téte.
Me observó callado como sopesando lo que le había dicho y de pronto me preguntó: -Que es lo que usted más aprecia doctor? , que bien considera algo sin lo cual no podría vivir?- . Me sorprendió que el hiciera una pregunta y más aún teniendo en cuenta lo que preguntaba. Intente una respuesta convincente desde mis veintipico de años, no era mucho lo que podía responder: le hablé de la libertad, que consideraba el bien más preciado de todos. Le hice un discurso más o menos serio repitiendo frases hechas y deslizando algunas auténticamente mías.
Me dijo entonces - imagínese a usted mismo viviendo privado de esa LIBERTAD, durante años, en una celda miserable sin comodidad alguna, sin cama donde estirar su cuerpo cansado, sin sillas, sin posibilidad real de saber si es día o noche, sin manera de saber cuánto tiempo real ha pasado.
Me tocó guardar silencio, un silencio respetuoso, reverente. Tragué saliva y el continuó:
-Al principio pensé que iba volverme loco. Me habían sacado todo, mi familia, mis pertenencias, mis rangos y honores, la posibilidad de comunicarme con otro ser humano, me mantenían en cautiverio como un animal salvaje. Comía en un plato de lata que me pasaban por una ranura y que contenía cualquier cosa menos algo que un ser humano elegiría comer- su voz subía en algunos puntos con entusiasmo y en otros se convertía en un murmullo apenas audible.
Continuó su soliloquio -Cavilé con la posibilidad de no comer, ni beber, dejar morir mi cuerpo ya que habían matado todo el resto en mí. Empecé a hacerlo incluso, a dejarme morir, prefería morir a seguir viviendo aquel suplicio inimaginable, sentía que mis fuerzas empezaban a abandonarme, apenas si me sostenía de pie.
-Una de las veces que abrían mi celda no recuerdo más si de mañana o de noche, a los efectos de pasarme la lata en la cual defecaba y orinaba, oí casi en medio del delirio onírico que uno de los guardias decía al otro: Maemi koa oñentregaitema voi, mba’epiko ojapota, ni i gente kuera ma oimene ndoikuá’asevei chugui mba’eve. O perdé paite ha o perdé va’i (mira este, se entrego por completo ya, que más le resta? Seguro ni su familia quiere oír hablar de él. Perdió todo y perdió mal)
Se calló unos instantes mirándome para calibrar si había comprendido y entonces , aparentemente satisfecho, continuó explicando: _Aquellas palabras quedaron retumbando en mi mente, al principio me costó analizarlas, pero de a poco parecían como un martillo que golpeaba y golpeaba mi cabeza. Me incorporé como pude, mire a un lado del minúsculo cubículo y vi que una cucaracha pasaba rauda sobre el potaje de arroz que me trajeron para alimentarme. De un manotazo se lo confisqué al odioso insecto y me lo devoré.
“Maemi koa oñentregaitema voi, mba’epiko ojapota, ni i gente kuera ma oimene ndoikua’asevei chugui mba’eve. O perdé paite ha o perdé va’i “. Repitió con voz quebrada y como de ultratumba.
-Esas palabras resonaban dolorosas en mi cabeza, en mi corazón y en la boca de mi estomago- mi querido doctor. -Todo giraba y me dieron nauseas. Me negué a expulsar el alimento incomible con que me había atorado. Con mi mano izquierda tanteé el lado de la celda donde ponían una lata fina y alta de aceite, que había sido lavado y en el que me dejaban agua para beber. Lo aseguré con mis dos manos, bebí unos sorbos, caliente y de sabor desagradable. El resto me lo derramé en el rostro y el torso. No era gran cosa, pero me hizo sentir más limpio-
Su relato prosiguió con una voz más equilibrada y monocorde: -Me dedique a analizar lo que el ignorante semianalfabeto guardia había dicho y pensé que era exactamente cierto. En la medida que yo se los permitía me habrían sacado todo, el último paso era quebrar mi voluntad, forzarme al desquicio, convertirme en un fantasma demente, sin ganas de continuar viviendo. Pero aquello era vida? Lo analice a su vez y me plantee que era lo más importante para mí en aquel momento. Me habían sacado todo, era verdad, dolorosamente cierto. Pero olvidaron mi férrea voluntad, que despertó acicateada por la sentencia final de aquel individuo que sin saberlo me saco de mi propia muerte cuasi voluntaria. Olvidaron también que yo guardaba cosas que nadie sería capaz de sacarme-.
Me espetó a quemarropa otra pregunta: - Dígame doctor que es lo que usted confía en que nadie podrá sarcarle jamás? Esta vez no atine a responder nada! Lo miré mudo (conste que dejarme callado a mi es una situación improbable casi).
Me miro sonriente otra vez y con el dedo índice derecho se golpeó varias veces la sien derecha y luego lentamente bajo el mismo dedo y se golpeó otras tantas veces la región precordial.
Me dijo solemnemente: - Los afectos doctor, que están acá y se toco de nuevo el pecho. El afecto por uno mismo, el amor propio que está por encima de todo y los afectos cuyos recuerdos aceleran su corazón y le llenan el alma de una emoción dulce y ancha. Me dediqué durante horas, no puedo decir cuantas, a repasar todas las veces que necesité recurrir a mi amor propio para no quebrarme y para no llorar o tirar la toalla. Lo hice metódicamente, empezando por los primeros recuerdos, en mi escuela de pueblo, donde la señorita Mercedes, mi maestra de primer grado inferior me había llamado la atención porque rompí el ruedo de mi guardapolvos. Me mordí los labios y no llore, preferí el sabor de la sangre al sabor de las lágrimas pero había descubierto entonces que eso era amor propio. Así analice mis momentos de extremo dolor, tristeza o angustia donde ese sentimiento, me había permitido recobrarme, seguir y salir airoso. Me reí de buena gana, una gran carcajada que hizo que el insistente grillo que compartía esa noche mi morada quedase en silencio ( o era de día? Quien sabe). Grité: no me han quitado todo CARAJO! Quiero ver cómo se las arreglan Hijos de puta para sacarme esto que descubrí que aún es mío! Mi grito retumbó y se perdió por los pasillos de aquella catacumba.
Hizo una pausa casi teatral, para esa altura ya había resignado mis preguntas hechas y guarde mi pequeño block de notas en el morral que portaba. Bebió un sorbo de agua, iba a decirle algo pero me hizo un gesto imperioso mandándome callar.
Recomenzó el punzante relato: -Ese descubrimiento permitió que siguiera vivo, un día tras otro. Analice toda mi vida buscando esos momentos.Luego pase a los otros afectos: recordé primero con emoción a mi madre, los primeros recuerdos de esa mujer bondadosa y tierna pero firme y disciplinada. Lo primero que recordaba era una noche de Misa de Gloría y mi madre con mantilla cubriéndole la cabeza mientras me peinaba y me decía: Esta es una noche muy especial para los católicos, la noche en que Jesús vence a la muerte y nos regala la vida a todos. Por eso nos entregarán la luz hoy en la Iglesia. Quiero que te quedes paradito a mi lado, atendiendo la misa y rezando lo que recuerdas. Cuando no recuerdes algo mueve los labios como si dijeras la oración, así nadie se dará cuenta que no sabes mi hijo. Lo importante es que quieras decir la oración desde el fondo de tu corazón. Dios todopoderoso no necesita palabras para entendernos! Ese recuerdo sería otra de mis tablas de salvación-: aquí su voz adquirió tintes casi sacramentales:
-“Cuando no recuerdes algo mueve los labios como si dijeras la oración, así nadie se dará cuenta que no sabes mi hijo Lo importante es que quieras decir la oración desde el fondo de tu corazón. Dios todopoderoso no necesita palabras para entendernos”. -
-Cuanta verdad y cuanta sabiduría en dos cortas frases. Volví a reir de buena gana y pronuncié otros tantos gritos desafiantes, lo necesitaba. Para entonces habían pasado unos días y como decidí comer todo lo que me trajesen y empecé a hacer un poco de ejercicio, lo que podía claro en aquel agujero, mi cuerpo estaba mejor y me sentía más fuerte-.
-Analice mis otros afectos, mi padre, lo que me había dado, poco afecto en realidad, pero era un hombre ocupado, me quiso a su modo y yo lo quise a él. Me prometí que si alguna vez salía de aquel trance sería más demostrativo con la gente que amo, diría más palabras cargadas con dulzura y menos, mucho menos palabras duras e hirientes. No quería ser tan poco significativo en el balance de afectos de otra persona en su propia vida.Recordé a mis hermanos y hermanas, todos con menor o menor incidencia, pero igual de importantes. Mis afectos de amor a mujeres, amores platónicos y amores más carnales. Traté de imaginar los rostros, los aromas, las ropas, las circunstancias que me toco vivir con cada una. En algunos casos logre recrear en mi mente hasta el timbre de voz. Recordaba detalles, hasta los eróticos o íntimos, no en afán de excitarme o algo así, imagínese si tendría necesidades sexuales en aquel momento – dijo con mirada picara y rió largamente.
Intenté balbucear alguna cosa, pero en realidad estaba subyugado con el relato y basto una mirada de mi interlocutor para mantenerme callado.
-Asiiii eeees doctor- prosiguió casi canturreando – había descubierto un mecanismo para mantenerme vivo, para manotearles a ellos mi propia vida, para recuperar algo de mi dignidad y seguir luchando.
-Me habían sacado todo? No, no, no -me dijo mientras sacudía con fuerza su dedo índice derecho en signo de negación casi rozándome el rostro.
-Y aún había algo tanto o más importante. Sabía que mis afectos me mantendrían vivo, pero como mantener mi mente ocupada sin caer en el delirio y sin perder la chaveta?
Entonces me dije a mi mismo: tienes tus recuerdos, tus conocimientos, los viajes que has hecho, las experiencias en que has aprendido algo, la enorme cantidad de libros que has leído gracias al hábito inculcado por tu madre y apoyado por tu padre.
Decidí entonces que cada día recordaría un camino recorrido, detalle por detalle, paso a paso, mi caminata desde mi casa en mi pueblo natal, hasta la casa de mi abuela, recordaba las piedras, los arboles, las casas que cruzábamos cada tanto, en esa casi una legua había mucho que recordar y yo lo hacía alborozado.
Recordaba mi camino a la escuela de mi pueblito, luego el camino al colegio ya en la capital, el camino de mi casa al colegio militar, los pasos recorridos en cada camino cotidiano, que de tanto mirarcada día me había olvidado tantas veces de ver. Jamás imagine que un día sería una fiesta cotidiana recordarlos, rememorarlos, revivirlos.
Cuando llegaba a uno de mis destinos, buscaba un lugarcito donde sentarme y apoyaba mi espalda en algún árbol, sacaba algún libro y leía, en mi mente, claro, pero lo hacía. Casi podía sentir la suave aspereza de las hojas de segunda, de un libro que leía con tanto placer: Los tres mosqueteros, juraría, que su aroma a hojas guardadas inundaba aquel inmundo sitio donde estaba mi cuerpo. Mi cuerpo pero no mi mente ni mi espíritu.
Mi mente recorría las calles de Paris, ora montado con Athos o a caballo con D’artagnan. O se encontraba descubriendo algún pasadizo secreto de Palacio, para entregar una misiva a la Reina que estaba tan presa como yo entonces.
Otro día era Lazarillo de Thormes mi compañero de aventuras. Como me reía de los hurtos que hacía para comerse un mendrugo de pan que el avaro cura guardaba en una caja con candado. O cuando preparó la trampa para que el ciego se dé de narices contra un muro. Reía y reía y sentía que la vida volvía para quedarse.
A veces prefería hojear a Shakespeare o a Cervantes y entonces revivía los encuentros de amantes de Montescos y Capulletos o sentía en carne propia los golpes que recibió el desquiciado caballero andante al enfrentar a los molinos de viento.
Trataba de recordar los libros y escritos lo más fielmente posible – me dijo y entonces impostando la voz declamó:
“Que trata de la condición y ejercicio del famoso y valiente hidalgo don Quijote de la Mancha
En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor y bla, bla, bla".
Reconocí al instante los dos párrafos iniciales del Quijote.
Mi entrevistado? Se detuvo de pronto y con voz cómplice, baja, como haciendo una confesión me dijo: ´-Aquí es donde la frase pronunciada por mi santa madre aquella Pascua de mi niñez, viene a mi auxilio:
“Cuando no recuerdes algo mueve los labios como si dijeras la oración, así nadie se dará cuenta que no sabes mi hijo Lo importante es que quieras decir la oración desde el fondo de tu corazón. Dios todopoderoso no necesita palabras para entendernos”.
-Lo que no recordaba lo inventaba, con la convicción de corazón, como se dice una oración al Padre todopoderoso - el brillo de sus ojos era impresionante e intimidante.
-Así leí y releí todo doctor, toda mi biblioteca, la biblia en fin cada libro que podía recordar. Gracias a Dios mi memoria era buena y sigue bastante bien me dijo y volvió a reir.
-Cuando estos ejercicios me cansaban, hacia otra cosa me dijo: desarmaba un reloj de bolsillo y lo volvía a armar, me lo enseñó mi tío Bienvenido, hermano de mi madre y Joyero y relojero. Lo hice muchas veces, y no pocas veces se me perdieron algún que otro tornillo o resorte me dijo y rio. Es broma- me aclaró.
Repasé todas las maniobras que recordaba de las grandes guerras y batallas de la historia. Desde el Caballo de Troya, hasta el operativo Tenaza de Gral Morinigo y el Coronel Rafael Franco en la guerra del Chaco.
Estoy convencido mi querido y joven amigo que esos dos elementos se irán conmigo el ultimo minuto de mi vida y aun ahí, si la mente me lo permite, recordaré mis afectos y lo mucho que aprendí en esta vida.-
La sencillez y magnitud de lo que había oído me dejo mudo, no atinaba a decir una palabra.
Volvió a retomar su voz entusiasta y dijo: -Finalmente doctor no sé si es signo de cordura o locura, usted me lo dirá, creo que a nuestro modo todos estamos locos un poco pero repito: lo que me permitió salir con vida fueron mis afectos y mis conocimientos repito una vez más y se golpeo sucesivamente el pecho y la cabeza-.
La entrevista terminó con algunas otras palabras y la promesa de volver a encontrarnos. Solo lo volví a ver el día que aquel hombre estaba tieso en un ferétro, pero yo le agradecí quedamente aquella reunión en una sencilla oración al lado de su ataúd.
Aquella entrevista con aquel extraordinario hombre había sido una lección de vida y jamás se me olvidará.
Hoy se las conté a ustedes tal como ocurrió y como lo recuerdo. Pero no olviden que hice mío su convencimiento: “Cuando no recuerdes algo mueve los labios como si dijeras la oración, así nadie se dará cuenta que no sabes mi hijo Lo importante es que quieras decir la oración desde el fondo de tu corazón. Dios todopoderoso no necesita palabras para entendernos”.
Y creanme que fue hacer exactamente eso lo que a mi también me salvó la vida.