martes, 14 de febrero de 2012

H.C. AVEZADO POLÍTICO O SPONSOR ESTAFADO?

Los últimos acontecimientos políticos de la centenaria ANR que, a pesar de todas las trapisondas cometidas por sus líderes en función de Gobierno en las últimas décadas, sigue siendo un grupo humano disciplinado, con jefes partidarios con gran vocación de poder, profundo conocimiento del manejo de sus afiliados y gran capacidad de recuperación, como quedó demostrado en las últimas elecciones municipales.
El primer gran fenómeno de la historia reciente del partido colorado tiene nombre de mujer LILIAN SAMANIEGO quien tuvo la gran habilidad política de recoger los trozos desperdigados por el espectro político y reagrupar al partido con una loable capacidad y la mezcla de un liderazgo fuerte, un discurso mesurado y asesores que evidentemente le han indicado el camino correcto. Nacida en el seno de una familia de lucha colorada y con las facilidades que otorgaba el hecho que su padre fue uno de los hombres fuertes en las épocas doradas del stronismo y por ende partícipe de los negocios de la camarilla del poder. Electa  y reelecta senadora nacional y en principio Presidenta interina del partido colorado, consiguió interesar al novel político “empresario” Horacio Cartes y con el apoyo crematístico del mismo se hizo de la Presidencia, por elección y por derecho propio, de la añosa institución partidaria y, con un fino trabajo de paciente orfebre, consiguió restañar heridas, acercar líderes que exhibían enconados enojos. Una vez restaurado el partido convocó a sus huestes a apoyar a los candidatos colorados en las elecciones municipales pasadas, resultando la ANR amplia ganadora de dichos comicios y la figura de su presidenta se solidificó como artífice de la mentada paz partidaria y de la recuperación de importantes parcelas de poder.
La arena política colorada parecía encaminarse hacia una cómoda candidatura de Horacio Cartes apoyado por los principales referentes históricos del partido, un anémico Zacarias Irún y un afanoso periodista, líder religioso y, políticamente correcto, bisoño político Arnoldo Wiens serían, según todo lo confirmaba apenas unas semanas atrás, simples escaramuzas que consolidarían aun más la legitimación de la figura empresario-política creada en aquella convención que modificó los estatutos partidarios para dar lugar al surgimiento de dicha figura.
Pero como otras veces el partido que nunca deja de sorprender por sus giros (partido que presentó una dupla presidencial de correligionarios y al mismo tiempo personajes tan antagónicos como Cubas y Argaña y que posteriormente nos obsequió al mequetrefe de González Machi y su desgobierno avalado por la Corte Suprema de Justicia) empezó a dar indicios de un sutil cambio de rumbos. Primero fueron voces poco importantes, pero el cambio de rumbos y lealtades se consolidó con la controversia que iniciaron, en expresiones mesuradas primero y a altos decibeles después, Kalé Galaverna y Horacio Cartes y que llegó a su apex en la Convención Colorada pasada, en la cual si bien el movimiento Honor Colorado se salió con la suya fue en realidad triunfador de una batalla pírrica que tuvo como real ganador, mucho más notorio a un, diferente e importante pero aun tras bambalinas, nuevo proyecto político.
Las declaraciones posteriores del resistido pero hábil Kale y la creación de un grupo de opinión "los amigos de Kalé", con referentes importantes que respondían en sus inicios a Honor Colorado y que se abren de ese proyecto político, el anuncio hecho por el propio líder y precandidato Cartes de que el elegido para acompañarlo en la chapa es Afara y no Lilian Samaniego, como se especuló desde el principio y el juego del gato y el ratón en las reuniones entre el líder de HC y la presidenta del partido completan el panorama en el que se desarrollan los diferentes proyectos grupales o individuales del partido colorado.
Así las cosas este análisis en sus consideraciones finales vuelve a enfocarse en la figura de la presidenta de la ANR Lilian Samaniego quien, dependiendo de las decisiones que tome en los próximos días o aun horas, puede definir radicalmente el cambio de rumbo de los acontecimientos políticos venideros. Según mi modesta opinión la misma tomará el toro por las astas y lanzará su propia candidatura asestando así un golpe de gracia a la candidatura nonata de Cartes, demostrando finalmente que el dinero no lo es todo en política y confirmando el hecho que da origen al título de este comentario: Horacio Cartes es en realidad un inocente "paganini" de la recuperación política del partido colorado, aprovechado por políticos de mucho más oficio que él? O terminará Horacio Cartes ganancioso en su propio juego  político?
Si la respuesta es afirmativa a la primera hipótesis solo resta sacarse el sombrero y aplaudir de pie a la doctora Lilian Samaniego. Lo que no sabremos nunca es si, usando la frase de un conocido personaje de televisión, todos los movimientos estaban fríamente calculados, desde el inicio de este melodrama de rojos telones.